miércoles, 10 de abril de 2013

Desayunando reflexiones, Eugenia Bina


El otro día salía de mi casa, con una medialuna en mano, y antes de subirme al auto, veo en la vereda de en frente un señor con su bicicleta revolviendo la basura, capaz esa bicicleta era su único objeto de valor, su única pertenencia. Todas esas conclusiones llenaron mi mente en un abrir y cerrar de ojos, ahí fue cuando la cabeza me empezó a sonar y me empezó a comer la culpa. Uno se pregunta “¿Culpa de qué ”, la respuesta que encontré yo es simple, es culpa por no saber lo que tenemos en frente, cuando hay gente que no tiene nada, culpa de quejarnos constantemente por lo que nos falta y no saber apreciar lo que nos pertenece. También es culpa de sentir que todo lo que hagamos para ayudar es poco,  cuando el día de mañana lo único que nos va a quedar son los actos, porque lo material se pierde, se destruye, nos deja solos.

El quedarse sentando mirando como todo pasa no es una opción, hay que actuar, empezando por uno mismo, desde ahí se genera el cambio. Los buenos actos se contagian, la energía y las ganas de ayudar no solo nos hace bien a nosotros, si no a los demás, es tan lindo ver cuando alguien ayuda, cuando la gente se une para un bien común que no solo favorece a los necesitados, si no que le llena el alma a uno mismo. La vida es corta, todo lo que te da te lo quita, nunca vamos a saber si en algún momento nos toca a nosotros una situación similar a la de este hombre.

Cómo hubiera actuado yo, no sé, pero ahora se que me arrepiento de no haberlo hecho de forma contraria, de no haber entrado a mi casa a buscar algo para ayudarlo, por más mínimo que sea. El gesto nos hace más humanos por mas chico que sea lo que damos, no se trata de ayudar para sentirse bien uno, para “sacarse el tema de encima”, es familiarizarnos con la realidad con la que muchas personas luchan día a día sin ignorar lo que tristemente pasa en todo el mundo. 

2 comentarios:

  1. "El gesto nos hace más humanos por mas chico que sea lo que damos"
    Es muy cierto eso. Sin lugar a dudas hay que empezar a salir más seguido a la calle a pelear por lo que nos parece justo, por lo que pensamos y para poder cambiar aquellas cosas, con pequeñeces, que no andan bien. Como diría un rosarino: "hay que salir al sol".

    ResponderEliminar
  2. Claro que si! Empieza con un cambio en la cabeza que se tendría que manifestar en el actuar de cada uno. Hay otra realidad a la que no todos estamos acostumbrados, y es la que deberíamos intentar cambiar.

    ResponderEliminar