Este año se cumple el trigésimo aniversario de la publicación de uno de los discos más importantes de la historia del rock nacional: "Clics Modernos", de Charly García. La revista Rolling Stone (edición argentina) lo consideró como el segundo mejor álbum de la historia del rock argentino, dejando en primer lugar a "Artaud" de Pescado Rabioso. Por otro lado la revista norteamericana Al Borde lo considero el tercer mejor álbum de habla hispana.
La idea original era titular al disco "Nuevos Trapos" ya que desde un principio García consideró que su próxima producción tenía que marcar la diferencia y crear nuevas músicas, nuevos trapos. Sin embargo mientras caminaba por las ciudades de New York, lugar en el cual se gestó el álbum, vio un mural con el nombre de una banda norteamericana, completamente desconocida: "Modern Clix". Inmediatamente Charly decide cambiar el nombre de "Nuevos Trapos" por "Clics Modernos".
Años posteriores mientras presentaba el disco "Como conseguir chicas" en New York, García dijo en una entrevista que lo impactante de aquel mural que se usó para la tapa del disco, no había sido el nombre de la banda under sino el graffiti que representaba la sombra de una persona, ya que cuando volvió a Buenos Aires vio unos graffitis iguales, pero blancos, representando a los desaparecidos y eso le dio un "shock".
En las primeras presentaciones el disco no fue bien aceptado. Algunos afirmaban que Charly se había vendido al sistema por dejar de lucir los largos rizos que lucía con Seru, por grabar en New York, más exactamente en el estudio de Jimi Hendrix (el Electric Lady) y por haber introducido nuevos instrumentos eléctricos como la batería electrónica (o caja de ritmo) Roland TR-808 para generar ritmos más cercanos al Rock-Pop que al Rock & Roll clásico.
Nos siguen pegando abajo
Es la primera canción del disco. Sin lugar a dudas representa esa época donde los golpes no aparecian por culpa de las anfetas sino de los hombres de gris. Desde el comienzo se nota el ritmo generado por la TR-080, que atravesaría todo el disco. Con el tiempo están canción se volvería un himno de esa época y uno de los tantos mainstream de García.
Para grabar esta canción Charly contó con la ayuda de Pedro Aznar en el bajo y haciendo los coros.
No soy un extraño
Es un tango newyorkino, sin lugar a dudas. Otra vez se hace una alusión a la dictadura cívico militar argentina a través de la frase "los carceleros de la humanidad no me atraparán, dos veces con la misma red."
Al año siguiente Fito Páez compuso una canción que tuvo exactamente los mismos acordes y la misma progresión que esta canción de Charly. La canción de Páez se llamó "Tres Agujas" y cuando Charly la escuchó se arrodilló ante el rosarino en signo de alabancia.
Dos Cero Uno (Transas)
Finalmente la ironía García se hace presente. "El se cansó de hacer canciones de protesta y se vendió a Firucci (...) Un día se cortará el pelo, no creo que pueda dejar de fumar"
Este nuevo disco vino acompañado de un nuevo look que dejaba atrás el estilo setentista que lucía con su anterior banda. Sin embargo aunque el del bigote bicolor transó un poco con el sistema por aquellos años, sigue afirmando: "No creo que pueda dejar de protestar",
Nuevos Trapos
Es el corazón del álbum, sin embargo no llegó a ser una canción mainstream. El concepto del disco se resume en la frase: "Y mientras todo el mundo sigue bailando se ven dos pibes que aún siguen buscando encontrarse por primera vez".
Charly mostró que componer esta música para bailar no significaba venderse al sistema sino todo lo contrario: significó desenmascararlo, mostrar su hipocresía porque mientras algunos bailaban a otros les pegaban abajo o nos los dejaban salir.
Bancate ese defecto
La idea original de este tema nace en la adolescencia de Carlos García Moreno. Según cuenta compuso esta canción cuando se dio cuenta que el bigote bicolor que tanta vergüenza le había dado durante su juventud podía ser usado como una especie de marca personal, simplemente tenía que bancarse ese defecto.
De todos modos en la versión grabada para el disco se incluye una estrofa que continua el concepto de criticar al gobierno militar: “Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal. Desconfío de tu cara de informado y de tu instinto de supervivencia. Hace tiempo que no leo ni veo nada porque me ofende que todo esté tan mal”.
No me dejan salir
Cuando en los boliches empezaba a sonar esta cacnción el coro era notorio, según cuentan los jóvenes de ayer. Sin embargo han pasado 30 años desde su aparición y todavía sigue generando las mismas ganas de bailar y cantar.
“Nuevos Trapos” nos explica la intención del disco y esta canción es el ejemplo. Es la ironía mejor lograda del álbum ya que denuncia la represión y el estado de sitio en el cual estaba inmerso el país, pero esa denuncia no genera en el público una sensación de descontento sino todo lo contrario: ganas de bailar y cantar.
Los dinosaurios
Juro que cuando la escribí no pensé en los militares (…) La letra tenía más que ver con el sentimiento de ausencia que se produce en uno cuando pierde algo, desde un amor hasta el cepillo de dientes” Eso le dijo Charly a la revista Rolling Stone en marzo del 2002. Sin embargo, la canción se transformó en un ícono de una época. Grabada con un piano Yamaha.
El resto de la historia de la canción ya la conocen.
Plateado sobre plateado (Huellas sobre el mar)
Después de muchos años está canción volvió a ser incluida en los recitales de García. A partir de 2011 volvió a ser interpretada por Charly y su banda/orquesta The Prostitution.
Una música impecable y un texto fuerte. A diferencia de las otras canciones, en esta saben convivir ambos elementos de manera armónica: no hay por un lado un ritmo pegajoso y por otro una letra “oscura”.
Es una de las pocas canciones del rock nacional que se ocupó de hablar sobre los exiliados: “¿Por qué tenemos que ir tan lejos para estar acá?”.
Ojos de videotape
Una balada hermosa para terminar el disco. La canción comienza con una melodía en el piano y termina con guitarras, bajos y la caja de ritmos, si, la Roland TR-808.
“No ves que el mundo gira al revés, mientras miras esos ojos de videotape. Este mundo exclamará por siempre la película que ví una vez y este mundo te dirá por siempre que es mejor mirar a la pared.” La combinación de música, letra y concepto es letal en esta canción.
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Todo contenido de este álbum fue decisivo para consolidar las tendencias modernas que se tomarían para marcar el perfil del rock nacional durante los años 80.
Con este maravilloso disco Charly empieza a exponer que en el rock nacional las cosas no son solo blanco o negro, empieza a mostrar que la vida del artista tampoco es blanco o negro. Muestra que en el medio queda algo que le permite al artista jugar un poco con los ritmos, con las letras, con la ironía, con las intenciones.
Quizás eso inexplicable que queda en el medio es lo que genera ese primer rechazo por parte del público hacia cada material innovador que García presentó. Sin embargo, con el tiempo, no solo que el público acepta el material sino que lo admira como es fue el caso de Seru Giran y como fue el caso de “Clics Modernos”.
Creo que jugar con esa tensión entre el artista y el público entre lo nuevo y lo viejo, fue la intención que Charly tuvo en aquel momento al componer esos acordes.
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Luis Alberto Spinetta vio que sus hijos bailaban sin parar en el living de su casa. Cuando se acercó se dio cuenta que estaban bailando las canciones de “Clics Modernos”. En ese momento dijo: “Yo también quiero que mis hijos bailen con mis discos” y tomó prestada la caja de ritmo de Charly García para realizar el disco “Prive”, disco que nació gracias al frustrado proyecto en conjunto con el dueño de la Roland TR-080.
Imanol Subiela Salvo.
-Publicado originalmente en: malaseñal.blogspot.com.ar
